
Hábitat
Las plantas, en tanto requieren de un hábitat fijo para desarrollarse, han colonizado tanto el agua como la tierra, y cuentan con presencia en todos los ecosistemas conocidos. La vida vegetal se ha adaptado incluso a las condiciones más extremas de clima y geografía, existiendo en desiertos, tundras y lechos submarinos.
Inmovilidad
Los integrantes del reino plantae carecen de la capacidad de locomoción a voluntad, es decir, no pueden moverse cuando así lo deseen, y suelen estar fijos en un sustrato (como la tierra). Las algas, por ejemplo, flotan en el agua de mares y ríos, desplazándose con la corriente, pero son incapaces de decidir hacia dónde van.
Algunas plantas poseen capacidad de fototropismo, que es un movimiento estructural vinculado a su modo de crecer, para propiciarse un mayor encuentro con la luz solar o para evitar fuentes de malestar cercanas. No obstante, este movimiento es tremendamente lento e imperceptible.
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